Reflexiones cristianas para hoy 14 de Enero

Tu oración es como una melodía de agradecimiento, una expresión sincera dirigida al Señor de misericordia. Al agradecer por Su amor incondicional que nunca falla, reconoces la constancia y fidelidad divina que nos sostiene a lo largo de cada día.

La cita de Lamentaciones 3:22-23 que compartes es un bálsamo para el alma. Nos recuerda que la misericordia de Jehová es nuestra salvación, que nunca somos consumidos por nuestras fallas porque Su amor y compasión son renovados cada mañana. Es como si cada amanecer nos trajera un regalo fresco de la fidelidad inquebrantable de Dios.

Decir "Amén" al final de tu oración es como sellar un pacto de gratitud y reconocimiento. Es un acto de aceptación y confianza en la fidelidad divina que nos abraza día tras día.

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