Reflexiones cristianas para hoy 15 de Enero

Esta oración es como un suspiro sereno en el oído del Amado Padre, un momento de honestidad y entrega en el que compartes tus temores y ansiedades. En este instante de reflexión, buscas la paz divina que trasciende todo entendimiento, una paz que solo Dios puede brindar.

La cita de Filipenses 4:6-7 que compartes es como una brújula que guía tu oración. Nos recuerda la importancia de llevar nuestras preocupaciones a Dios en oración, con gratitud y confianza. La promesa de la paz de Dios que guarda nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús es un regalo precioso, una tranquilidad que va más allá de nuestra comprensión humana.

Decir "Amén" al final de tu oración es como cerrar los ojos y confiar plenamente en la bondad divina. Es un acto de entrega, aceptando la promesa de esa paz celestial para calmar tus temores y aliviar tus ansiedades.

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