Reflexiones cristianas para hoy 16 de Enero

Esta oración es como un susurro reconfortante dirigido al Dios de fortaleza, donde encuentras en Él tu refugio seguro. En este momento, buscas la certeza y la fortaleza que solo Dios puede proporcionar.

La promesa de Nahúm 1:7 que compartes es como un faro de luz en tu oración. Nos recuerda que Dios es bueno y fuerte, siendo nuestro refugio en los días angustiosos. Es un recordatorio amoroso de que Él conoce a aquellos que confían en Él, y que en medio de la angustia, Su fortaleza es nuestra seguridad.

Decir "Amén" al final de tu oración es como afirmar con confianza tu dependencia de la fortaleza divina. Es un reconocimiento de que, en tu búsqueda de refugio, encuentras seguridad en la bondad y el poder de Dios.

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