Reflexiones cristianas para hoy 17 de Enero
Tu oración es como una melodía agradecida dirigida al Señor de amor eterno, expresando gratitud por cada nuevo comienzo que Él te regala. Es un reconocimiento amoroso de la gracia divina que constantemente renueva tu ser.
La revelación de 2 Corintios 4:16 que compartes es como un recordatorio tierno y poderoso. Nos habla de la renovación diaria, incluso cuando nuestras fuerzas externas pueden desgastarse. Es un testimonio de la fortaleza y la gracia interior que fluyen incesantemente, regalándonos la capacidad de perseverar.
Decir "Amén" al final de tu oración es como sellar un pacto de aceptación y agradecimiento. Es un reconocimiento de que, a pesar de los desafíos y el desgaste externo, la gracia divina trabaja en ti, renovándote día tras día.
En resumen, tu oración es una celebración de la renovación constante que proviene del amor eterno de Dios. Que Su gracia siga fluyendo, renovando tu ser y guiándote en cada nuevo inicio que Él te regala.
Deja una respuesta