Reflexiones cristianas para hoy 31 de Enero
Esta oración es como un cálido susurro al Padre celestial, donde solicitas Su guía para ser una luz en la vida de los demás. Inspirado por la sabia exhortación de Mateo 5:16, que nos dice: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos," deseas que tu vida refleje el amor y la guía divina.
La exhortación de este versículo es como un faro brillante en tu oración. Nos invita a ser portadores de luz, compartiendo nuestras buenas obras para que otros puedan ver y glorificar al Padre celestial. Es un llamado a vivir de tal manera que nuestra existencia ilumine el camino de quienes nos rodean.
Decir "Amén" al final de tu oración es como un compromiso sincero. Es un reconocimiento de tu deseo de ser un canal de luz, permitiendo que el amor y la guía divina resplandezcan a través de tus acciones diarias.
En resumen, tu oración es una hermosa petición de ser una luz en el mundo. Que en cada jornada, tu vida refleje el amor y la guía de nuestro Padre celestial, iluminando el camino de quienes te rodean con bondad y compasión.
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