Reflexiones cristianas para hoy 5 de Enero
La oración refleja un hermoso acto de confianza y entrega al Dios de esperanza. Al dirigirte a Él, estás compartiendo tus sueños y anhelos más profundos, abriendo tu corazón con la certeza de que Su voluntad es guiadora y perfecta.
El pasaje de Jeremías 29:11 que compartes es como un faro de luz en tu oración. En estas palabras, Dios nos asegura que sus pensamientos hacia nosotros son de paz y no de mal. Es un recordatorio amoroso de que Él tiene un propósito lleno de esperanza para cada uno de nosotros, una senda diseñada con cariño para llevarnos hacia el fin que anhelamos.
Decir "Amén" al final es como afirmar tu confianza en la manifestación de la voluntad divina en tu vida. Es como si dijeras: "Que así sea, que Tu plan para mí se revele y se cumpla".
En resumen, tu oración es un abrazo espiritual, un acto de rendición y confianza en el diseño divino. Que la esperanza de Dios ilumine tus días y que Su voluntad se manifieste en cada rincón de tu vida.
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