Reflexiones cristianas para hoy 6 de Enero
La oración es un susurro de fortaleza y valentía dirigido al Señor de fortaleza. Al llamarlo de esta manera, reconoces que encuentras en Él la fuerza necesaria para enfrentar los desafíos que se presentan en tu camino.
La cita de Isaías 41:10 que compartes es como un abrazo tranquilizador del Todopoderoso. En estas palabras, Dios te asegura que no estás solo, que Él está a tu lado en cada paso del camino. El llamado a no temer y a no desmayar es un recordatorio amoroso de que, con Dios como tu fortaleza, puedes superar cualquier desafío.
Decir "Amén" al final es como cerrar los ojos y asentir con el corazón a estas palabras divinas. Es un acto de fe, una afirmación de que confías en que la fortaleza de Dios te sostendrá en los momentos difíciles.
En resumen, tu oración es una expresión conmovedora de dependencia y confianza en la fortaleza divina. Que encuentres en el Señor el valor necesario para enfrentar cada desafío, y que su presencia te llene de paz y seguridad.
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